BIO
Miguel Alonso Luna Ordaz nació un 19 de diciembre en Torreón, Coahuila. Es el mayor de los cuatro hijos de Alfonso Luna y Ernestina Ordaz. Muy joven emigra a Baja California Sur, en donde crece rodeado de sus primos, el amor de su familia, el mar, los amigos, la música y la guitarra. Ahí escribe sus primeras canciones.
Cuando termina la secundaria regresa a su ciudad natal para estudiar la preparatoria. “Durante esos años, al principio cargué mi guitarra y mis libros pero después terminé llevando solamente la guitarra”, comenta con humor Miguel Luna.
En 1984 concluye la Licenciatura en Arquitectura y realiza la tesis La arquitectura, la música y sus analogías en el proceso creativo, motivado por sus reflexiones en torno a la naturaleza de ambas disciplinas. Para el maestro Luna, “la arquitectura es una forma de escribir música, de una manera pétrea y tangible, mientras que la música es algo más duradero, opuesto a la solidez de la arquitectura, por su carácter etéreo, intangible y eterno”.
Sus años en la carrera no sólo estuvieron acompañados de planos y maquetas, motivado por su pasión a la música, Miguel comienza a cantar trova cubana en bares y cafés e interpreta, en algunas ocasiones, obras de su autoría con lo que medía la respuesta del público, sin aclarar de quién era la canción.
Antes de dedicarse por completo a la música trabajó como arquitecto. En 1987 se muda a la Ciudad de México donde continúa sus estudios en la Escuela Libre de Música. Con su amigo y compañero de escuela José María Chema Frías forma Luna Fría, dueto ganador del primer lugar del Festival OTI de la Canción, en 1988, por el tema Contigo y con el mundo, interpretada por María del Sol.
Su canción Mía en diciembre, en coautoría con Chema Frías, fue su primera obra editada en Mundo Musical, interpretada por Jorge Coque Muñiz. A partir de ese momento, artistas como Luis Miguel, Thalía, Cristian Castro, Lupita D’Alessio, Bronco, Eduardo Capetillo y Guadalupe Pineda graban temas de Luna Fría, “proyecto que duró siete años y muchas canciones”, asegura el compositor.
Después de la separación del dueto, Miguel Luna inicia su carrera como compositor y cantautor solista, grabando con Sony Music el disco Espantapájaros, producido por Ricardo Arjona. Posteriormente realiza tres producciones más: Antes y después, Mi propio invento y De lo bueno poco.
Entre algunas de sus obras se encuentran El amigo que se fue (en coautoría con Miguel A. Mendoza), Pupilas de gato, Oro (estos dos temas en coautoría con Chema Frías), No soy el aire, Minutos (en coautoría con Ricardo Arjona), Invisible y Casi perfecto.
Su trabajo creativo ha sido influenciado por la música de protesta y la poesía, principalmente la latinoamericana contemporánea “por su modo de decir las cosas: sincero y coloquial”, asevera el maestro Luna, y considera que la lectura es la mejor herramienta para escribir; entre sus poetas favoritos se encuentran Luis Cernuda, Rafael Alberti, Pablo Neruda y Mario Benedetti.
Su filosofía de vida “se caracteriza por el deseo de vivir con plenitud el momento. El día de hoy es lo que cuenta, lo de ayer se queda en el pasado”. Asegura que su mejor canción está por escribirse en una carrera que comprende a la creación como un acto constante: “Componer es una necesidad apremiante, como comer y respirar”.
A lo largo del tiempo, reflexiona el maestro Luna, su trabajo se ha afinado; en sus inicios quería perfeccionar el oficio de la composición creando canciones todos los días, pero conforme pasa el tiempo, busca momentos nutridos de experiencias y serenidad que le permiten “escribir con el corazón en la mano”.
En 2015, la Sociedad de Autores y Compositores de México le otorga el reconocimiento Trayectoria, por sus 25 años y Más… en la música.
BIO EXTRAÍDA DE Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM)
LUNAFRIA
Siendo parte de "LUNAFRIA" logra éxitos sonados en las voces de: LUIS MIGUEL, THALÍA, CRISTIAN CASTRO, LUPITA D'ALESSIO, TATIANA, BRONCO, PEDRO FERNÁNDEZ, EDUARDO CAPETILLO, LUIS GATICA, GUADALUPE PINEDA y OMAR ALFANNO entre otros. En 1990 el dueto logra ser finalista en el "FESTIVAL MEXICO LINDO Y QUERIDO" entre mas de 15,000 temas. En 1993 inicia su carrera como productor musical en el "FESTIVAL VALORES BACARDI" En 1993 se desintegra "LUNAFRIA" y MIGUEL LUNA continua su carrera como cantautor en solitario. Desde 1994 a la fecha han grabado sus canciones artistas de la talla de: RICARDO ARJONA, BANDA EL RECODO, INTOCABLE, EL GIGANTE DE AMERICA, YAHIR, VICTOR GARCIA, PEPE AGUILAR, SENTIDOS OPUESTOS, ANA CIRRE, PATY MANTEROLA, PESADO, LIBERACION, PANDA, PABLO MONTERO, por mencionar algunos.
El Placer de escribir...
Y el de cantar lo que escribes es el mismo. Solo que las recompensas son distintas. En la introspección de escribir, tu te buscas y te encuentras, sales a flote entrelineas, de una u otra forma sale tu personalidad como la botella en el mar, El resultado es una canción que nace de la nada. Es una especie de milagro. Una prueba de que Dios , sus dones y regalos existen. La canción vuela con alas propias o dicho de una mejor forma, una canción cuando nace es como un bebe recién nacido que se va fácilmente a los brazos del tío, la vecina, la abuela, de todos y al final nadie sabe quien es la madre o el padre según sea el caso. Así a veces es de ingrata la composición. Escribes una canción para Luis Miguel y cuando la piden en la radio dicen: Me hará favor de ponerme la de Luis Miguel?
Por contraparte cuando uno canta sus propias canciones en el escenario que sea se siente una conexión inmediata con el publico receptor. Te das cuenta enseguida de las reacciones de la gente, puedes mediante el poder de la canción, mover fibras sensibles y el premio o la recompensa del aplauso es alucinante y altamente adictiva. Yo había olvidado eso, pero tengo un año y meses volviendo a experimentarlo y estoy feliz de ello.
Moraleja: Las dos cosas son lo máximo!
MIGUEL LUNA.
Por contraparte cuando uno canta sus propias canciones en el escenario que sea se siente una conexión inmediata con el publico receptor. Te das cuenta enseguida de las reacciones de la gente, puedes mediante el poder de la canción, mover fibras sensibles y el premio o la recompensa del aplauso es alucinante y altamente adictiva. Yo había olvidado eso, pero tengo un año y meses volviendo a experimentarlo y estoy feliz de ello.
Moraleja: Las dos cosas son lo máximo!
MIGUEL LUNA.